PERMANENCIA EXHIBICIÓN DE SECTOR REFORMA
(JAVIER CÁRDENAS TAVIZON, SANTINO ESCATEL, ALEJANDRO FOURNIER)
La felicidad proviene del conocimiento de las cosas porque las cosas cuando las conocemos no solo se nos presentan a nuestro conocimiento, las cosas nos afectan, las encaramos desde una disponibilidad afectiva; sin los objetos dados, el espacio no puede ser comprendido en el sentido que el mundo tiene para nosotros.
Nuestra percepción del mundo nos habla de aquello que somos, en virtud a esto, entendemos claramente que es la memoria, no es otra cosa que cierto acto de enlazar ideas que implican la naturaleza de las cosas que están fuera del cuerpo humano que se producen en el alma según el orden de su afección.
La exposición “Permanencia” de Sector Reforma (Javier Cárdenas Tavizon, Santino Escatel, Alejandro Fournier) muestra múltiples piezas en su mayoría realizadas en este extraño año 2020 en escultura, dibujo, fotografía, pintura, grabado, instalación, video; La realidad se nos muestra cambiante pero también permanente, dado que no podrían establecerse relaciones si no hay constancias, semejanzas, identidades; La muestra aborda conceptos de tiempo y su vinculo con la memoria, la representación de los mecanismos constantes del ser, como transformación y cambio.
Hay cosas reales que no se pueden ver como los campos electromagnéticos, los rayos x y la luz infrarroja, también la emoción y la conciencia son realidades invisibles que se pueden representar en al arte; Muchas de las formas principales que tenemos de interactuar con el mundo son abstractas como la religión, la moneda o el mercado. Las marcas o símbolos y las formas geométricas han estado con nosotros desde las primeras tallas en cuevas o representaciones simbólicas en cerámicas y textiles; Existe un interés por lo espiritual y lo oculto, así como por la ciencia, y la representación de fuerzas invisibles.
Vaciar la obra del gesto idiosincrásico, hacerla resistente a la lectura historicista y biográfica. Un instante de experiencia estética que no ocurre en ningún espacio o tiempo real. Este arte se vale de la manera en la que el cerebro puede interpretar dimensión para recordar la capacidad de la mente donde los objetos se vacían de pretensión, de dominio; Una sensación de dimensión y luz esta presente y ausente ante tu posición en el espacio, este es un mundo más simplificado que el mundo real.
Heráclito sostenía que el Universo estaba en un eterno fluir (devenir) que el fundamento de todo es el cambio incesante, el ente deviene, todo se transforma, bajo un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa cuando Parménides sostenía que el movimiento era una ilusión de los sentidos (permanencia) el fundamento de todo es el ente que describe como inmutable, único y permanente porque el ente es, simplemente, y no admite cambio ni transformación alguna, el ente es único, inmutable, inmóvil, inengendrado, imperecedero, intemporal e indivisible. El ente es único porque de lo contrario sería múltiple y no puede haber dos o más entes, Respecto a su fin el ente es imperecedero, porque el ente nunca puede dejar de ser. El ente es intemporal, la eternidad del ente como eternidad supratemporal, como constante presencia, como eterno presente, como intemporalidad.
Hegel concibe que El ente es indivisible, no hay diferencias en el ente, porque lo que difiere del ente es el no ente, la nada. Por lo que si no hay diferencias, es imposible dividirlo, puesto que toda división implica partes diferentes
Todo lo que se nos ofrece como permanente es pura ilusión, pues encubre un cambio tan lento que es muy difícil percibir. Porque toda cosa, en su incesante cambio, es hecha y deshecha, destruida y rehecha.